Dieta, gimnasio, ejercicio... en un futuro no serán necesarios para bajar de peso. La epidemia de obesidad en el mundo continúa incrementándose. Según cifras de la Organización Mundial de la Salud uno de cada cinco adultos en el mundo es obeso. Está claro que ni las dietas ni el ejercicio parecen estar ayudando a la gente a perder peso y las opciones quirúrgicas conllevan demasiados riesgos. Por eso desde hace algún tiempo varios equipos de científicos en el mundo están buscando otras herramientas para ayudar en el combate de la obesidad.
Los laboratorios siguen dos sendas distintas para esta lucha contra la grasa. Unos actúan sobre la somatostatina (para quemar la grasa) y otros sobre la grelina (disminuye la sensación de apetito).

Por otro lado, también se está estudiando el efecto de la grelina. Se encarga de proteger al cuerpo contra la disminución repentina o sustancial de peso, es una reacción de supervivencia, pues el organismo se defiende ante los cambios repentinos, pero esto es lo que dificulta la pérdida de peso en personas con problemas de obesidad. Hoy existen varios laboratorios que realizan distintos tipos de vacunas, los estudios más conocidos son suizos, estadounidenses y alemanes. Los estadounidenses se basan en una sustancia que se une a la grelina para que no pueda ser reconocida por el cerebro; los suizos, en una sustancia basada en la grelina que hace que el cuerpo produzca anticuerpos y ataquen a esa hormona. Al disminuir los niveles de grelina, no baja el gasto energético, se siente menos apetito y se puede mover con más facilidad el peso sin tanto esfuerzo, lo que incrementa considerablemente las posibilidades de lograr de manera exitosa una dieta o programa de reducción de peso.
Puede que dentro de un tiempo tengamos una pequeña ayuda pero por ahora sólo es un proyecto, así que tenemos que seguir comiendo sano y haciendo ejercicio de forma convencional.
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