El tétanos es una enfermedad grave, que puede incluso llegar a ser mortal. Está causada por la toxina de una bacteria que puede habitar en cualquier lugar. Esta toxina es fabricada dentro del sujeto, y cuando se extiende por el cuerpo produce fuertes espasmos, pudiendo incluso provocar fracturas.
Su mortalidad es muy alta, aunque es mucho más común en países pobres que en países desarrollados.
Las esporas tetánicas se introducen en el cuerpo, a través de una herida punzante contaminada con tierra, polvo de la calle o heces de animales o del hombre, o a través de desgarros o quemaduras. A veces surgen tétanos post-quirúrgicos, que se contraen en el quirófano.
No se transmite directamente de una persona a otra.
La vacuna del tétanos protege contra los efectos de la toxina de la bacteria, pero no contra la infección. Consta de tres dosis cada dos meses, una dosis de refuerzo al año de la tercera aplicación y una serie de recuerdos posteriores, pues la vacuna se mantiene al menos durante 10 años, por ello es necesaria su aplicación, una década después de la última vacuna.
Por ello si usted no está vacunado contra el tétanos, acuda a su centro sanitario más cercano, para evitar la enfermedad ante cualquier contacto con el agente infeccioso. Además si usted no está vacunado y recibe alguna herida con un objeto que se sospeche contaminado, acuda inmediatamente a un médico que le aplicará la primera dosis, y de ahí a unos meses se le aplicarán las dosis restantes. También cabe destacar que deberá estar debidamente vacunado en caso de intervención quirúrgica.
Y... si está vacunado de manera adecuada, ¡no se preocupe!, no tiene ningún riesgo de padecer el tétanos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario