Vacunas y mitos (III)

Mito 3: No puedes vacunarte si estás enfermo

Esta es una verdad a medias. En primer lugar hay que diferenciar entre enfermedades y vacunas. En el caso de enfermedades graves que comprometen la inmunidad, puede que sea necesario posponer las vacunas, así como también cuando se trata con cuadros de 40 grados de fiebre o efectos secundarios severos tales como convulsiones o malestar agudo, ya que estas supondrían un esfuerzo complementario para el organismo.

Sin embargo, si estamos aquejados por enfermedades leves com opuede ser un simple catarro, fiebre no muy alta, gastroenteritis leve, resfriado, otitis, tos o una diarrea leve, podemos vacunarnos sin problemas, es más, no es conveniente retrasarlo ya que los síntomas son menores y la vacuna no supondría una complicación considerable.

Mito 4: Las embarazadas no pueden vacunarse contra la Gripe

Muchas mujeres embarazadas temen que la vacuna para la Gripe pueda causarles esta, e incluso dañar a su bebé. Pero una inyección para la gripe no va a causarles gripe a las mujeres ni tampoco dañar a sus fetos. Todo lo contrario: vacunarse contra la gripe es muy importante.

Los expertos recomiendan vacunarse contra la gripe estacional normal, ya que las mujeres embarazadas que se ponen enfermas con cualquier tipo de gripe corren mas riesgo de sufrir complicaciones severas y hospitalización. La propia OMS recomienda a estas mujeres vacunarse en la temporada de gripe (que va desde octubre hasta mediados de mayo en el hemisferio norte), ya que durante el embarazo se altera el sistema inmunológico de estas, haciéndolas más vulnerables a contraer un caso severo de gripe que pueda poner en peligro tanto la vida de la madre como la del bebé.

Incluso existen indicios de que vacunarse contra la gripe durante el embarazo da al bebé algo de protección al nacer, porque los anticuerpos que crea la vacuna para proteger a la madre pasan al bebé, proporcionándole cierta inmunidad hasta aproximadamente los cinco meses de edad.