Muchas de las enfermedades prevenibles mediante la vacunación existen todavía en Europa, y dado que el porcentaje de personas vacunadas es inferior as 95% en muchos países occidentales, estas enfermedades pueden volver a propagarse rápidamente a países en los que antes eran infrecuentes.
Esto es así debido a la aparición de ideologías que algunos padres defienden con bases irracionales y dogmáticas, con las que no sólo perjudican a sus propios niños, sinó también a todos aquellos cercanos a ellos y, por tanto, a toda la comunidad.
Así pues, podemos destacar ejemplos de enfermedades como el sarampión o la rubéola, las cuales estaban practicamente erradicadas en Europa, ahora vuelven a estar en el punto de mira a causa de estos grupos que no vacunan a sus hijos por ideología u otras causas semejantes. Datos que lo confirman son los 1.300 casos que se registraron en España durante el 2011, que multiplican por cinco a los registrados durante el 2010.
En comparación con otros países occidentales, en España los "no-vacunados" son todavía una minoría, no obstante, a la vista de los hechos, ya se piensa en tomar medidas tales como obligar a los padres que no vacunan a firmar un documento donde conste que conocen los riesgos a los que someten a sus hijos y, si esta minoría sigue creciendo, llegará el momento en el que no quede de otra mas que establecer la vacunación como obligatoria para todos.
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