¿El exceso de mercurio en las vacunas causa autismo?

Hace unos años hubo una gran polémica sobre unas vacunas que contenían un componente para su conservación, el Thimerosal. Este componente contiene el 49.6% de mercurio por peso, y es metabolizado o degradado a etilo de mercurio y tiosalicylate. El mercurio está clasificado como un metal peligroso y tóxico que tiende a acumularse en el cerebro al ser administrado y puede producir la muerte si es ingerido o inhalado. Lo que se desconoce es cuanta cantidad del thimerosal enlazado con mercurio que contienen las vacunas es tóxico y que consecuencias tendrían estas  dosis en nuestro organismo.

La utilización del thimerosal como preservante de vacunas en altas dosis proviene de un método para almacenar una gran cantidad de vacunas a un bajo coste , algo que no suele ocurrir en la mayoría de los países.

El uso de este componente preservante fue eliminado de la mayoría de los países hace 20 años debido a  un estudio ruso que comprobó que adultos expuestos al thimerosal en altas cantidades, sufrían daño cerebral años después. Unas de las vacunas infantiles que en algunos países contaban este componente son: la vacuna contra la hepatitis B, la DPT , llegando a tener una cantidad 100 veces mayor de thimerosal de la permitida.

Algunos estudios determinaron la estrecha relación que existe en la administración de estas vacunas con cantidades de mercurio superiores a  las permitidas y los casos de autismo en los niños a los que se le administra a medida que crecen. En Chile ha estallado una gran polémica por esta misma razón ya que dos madres afirman que desde que a sus hijos se le han administrado estas vacunas con mercurio, han sufrido un proceso degenerativo en la capacidad de relación y habla volviéndose autistas. A continuación podréis ver el vídeo con el testimonio de estas dos madres donde explican el cambio producido en sus hijos presuntamente debido al excesivo mercurio de estas vacunas.

Estas mujeres afirman que al principio han recibido apoyo político del ministro de sanidad, habiendo un estudio que demostraba el testimonio de las ,aunque posteriomente  se procedió a una investigación más profunda de mano de las autoridades sanitarias que desmentirían el primer estudio. Como medida se ha tomado la decisión de reemplazar todas las vacunas que contenían thimerosal en cantidades habituales por otras que solo contenían pequeñas trazas. 

Se ha tomado esta medida aunque de momento los estudios que se han realizado no han sido del todo efectivos para determinar si el exceso de mercurio en las vacunas era el causante del autismo y otros problemas neurológicos. Así que de momento debemos conformarnos y tranquilizarnos con la idea de que esas vacunas ya han sido reemplazadas y que esto ha ocurrido hace bastante años y actualmente no existe este riesgo.