La enfermedad es frecuentemente leve, y tras una incubación de 14-21 días aparece catarro, fiebre y agrandamiento de los ganglios linfáticos, sobre todo detrás de la nuca y las orejas.
Esta enfermedad es especialmente contagiosa. La rubéola es importante porque si la padece una embarazada puede originar el aborto o causar una rubéola congénita en el hijo, en forma de cataratas, ceguera, sordera, retraso mental, cardiopatía, bajo peso, etc.
Esta vacuna se dispone en la llamada vacuna triple vírica (sarampión, rubéola y paperas) y con una eficacia del 95 %, está indicada en niños mayores de 12 meses y preadolescentes, así como en mujeres en edad fértil descartando previamente el embarazo actual y evitándolo entre el mes y los tres meses siguientes.
Los mayores de 15 años no vacunados han de recibir una dosis lo antes posible y una segunda dosis en cualquier momento entre los 15 meses y los 18 años, dejando un intervalo de al menos un mes entre ambas.
Las contraindicaciones de esta vacuna son: inmunodeprimidos, inmunodeficiencia, embarazadas, tuberculosis y reacción alérgica previa a alguno de los componentes de la vacuna.
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