domingo, 9 de diciembre de 2012

Vacuna contra la fiebre tifoidea

Esta infección se transmite por el consumo de alimentos o agua contaminados. También se puede producir por transmisión fecal-oral directa, o por el marisco recogido en mares contaminados por aguas residuales.
La infección se produce también al consumir fruta y verdura fertilizadas con excrementos humanos, así como por la leche y productos derivados de ella que hayan sido contaminados.
Las moscas son un importante medio de transmisión de la enfermedad, ya que pueden contaminar los alimentos. Por último, la contaminación de los suministros de agua puede producir epidemias de fiebre tifoidea cuando un gran número de personas utilizan la misma fuente.

La gravedad de esta enfermedad es diversa. Hay casos graves que presentan fiebre, dolor de cabeza, malestar, anorexia e incluso insomnio. Además en esta enfermedad es más común el estreñimiento que la diarrea. Pero la enfermedad puede derivar en bradicardia, fiebre alta o incluso neumonía. En pacientes de piel clara pueden aparecer puntos rosas.

A partir de la tercera semana, si no son tratados, desarrollarán importantes complicaciones gastrointestinales y cerebrales que pueden incluso ser mortales.

Las tasas más altas de mortalidad están situadas en niños menores de 4 años, y sobre el     2-3 % de personas en contacto con la infección se convierten en portadores crónicos, pues la bacteria sobrevive en el tracto biliar aunque hayan desaparecido los síntomas.

Los viajeros deben tener cuidado si se exponen a niveles bajos de higiene en alimentos, agua de bebida y en la eliminación de aguas residuales e incluso los que ya han sido vacunados, pues la vacuna no es eficiente al 100%.

Hay dos vacunas seguras y eficaces, que son:

-   Ty21a oral; se presenta en cápsulas que se administran por vía oral en 3 dosis con 2 días de intervalo entre ellas. Siete años después de la última dosis, la eficacia protectora es de un 67%.
-    Vi CPS inyectable; se administra vía intramuscular en una sola dosis. En las zonas de riesgo, la eficacia de esta vacuna es del 72% después de 2 años y del 50 % a los 3 años.



Estas vacunas no se recomiendan en los programas de inmunización infantil, pues es insuficiente, la información sobre su eficacia en menores de 2 años.


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